jueves, 17 de mayo de 2007

La existencia de Dios


Sé que hablando y escribiendo sobre este tema me pongo en peligro de ser juzgado por muchos de alucinado y a sufrir las criticas más severas y crueles que se puedan concebir en todos los foros, singularmente en la línea de los escépticos, ateos, intelectuales agnósticos y en la de los sabelotodo, que los hay. No me importa, sé que estoy en posesión de la verdad en mis argumentos y lo puedo demostrar de muy diferentes formas y ante cualquier persona o asamblea.

Afirmo que puedo convencer de una manera objetiva, clara y evidente de la existencia de Dios Creador, demostrando primero, eso sí, que Nostradamus fue un auténtico profeta, premiado en su día por su vida honesta y de entrega a los demás con el Don de Profecía por Dios, El Ser Supremo.

Llama mucho la atención que en 454 años, nadie en su obra haya sabido comprender al que fue llamado el Mago de Salón, ni descubrir sus muchos secretos, ni sus claves cronológicas ni monetarias, ni su gran criptografía, ni meditar sobre sus escritos ni sobre su categoría científica y humana, me refiero a los grandes cerebros y a las consagradas y sabias instituciones públicas, religiosas, profesionales, ateneos, academias, foros de debates, tertulias etc. que existen y han existido desde antes de publicarse en 1555 las centurias con sus cuartetas, sus calendarios o presagios, la carta a César Notredame su hijo, la carta a Henry second, el testamento y el codicilo de Michel Notredame, ya que voluntaria y libremente, por necesidad de demostrar sus verdades, cambió su nombre francés, al latín Micuel Nostradamus, que adoptó después como propio para la posteridad.

Es fácil decir, que son necedades lo que dejó escrito, aunque aclara en su carta a César, escrita en 1555, como prólogo de la primera parte de sus profecías, que lo hizo así para lograr el bien general de los hombres. Los que piensan que son necedades, ¿son conscientes que ellos no han sabido comprender ni traducir ni interpretar sus escritos? Tampoco han sabido determinar si lo escrito por Nostradamus es cierto y auténticamente inspirado por Dios Espíritu Santo. ¿Han tenido en cuenta la cuarteta que escribió en latín, como advertencia a los ineptos críticos?. Creo que no. Y es muy grave juzgar y afirmar cosas sin conocer bien la obra, la personalidad y las intenciones del poeta, en materia tan delicada como son las profecías.

Quiero demostrar ante cualquier grupo competente, formado por los sabios más reconocidos, por escépticos, ateos, científicos de diferentes disciplinas, expertos en criptografía, astrónomos, en fin, por toda persona que se crea preparada para rebatir y debatir los datos que presentaré, que Nostradamus fue un profeta auténtico inspirado por Dios, y las pruebas que quieran que aporte serán auténticas primicias para ellos, escritas desde 1553 y publicadas en 1555. Los trece últimos años de su vida, Micuel Nostradamus estuvo creando el criptograma más extenso y más antiguo que existe, que yo conozca, el cual llegué a descifrar hace bastantes años, pero no del todo.

Necesito mucha colaboración, para lograr la resolución final: el orden consecuente de sus cuartetas.

Nadie en 454 años, excepto el autor de estas líneas, ha podido aclarar las claves, los datos, las normas, las metáforas y las ordenes que nos dejó en sus escritos, ni han sabido descifrar su ingeniosa criptografía, aun contando con la ayuda del mismo profeta y criptógrafo, que facilita de una forma sutil el llegar a conseguirlo, ni han sospechado la espiritualidad de su persona ni la grandeza, modestia y humildad del hombre mas preclaro nacido en el siglo XVI.

El hombre que fue el ornato de su tiempo.

Tengo escrito y publicado un estudio sobre los escritos de mi extraordinario colega y gran profeta. “Nostradamus. La Verdad año 2.031”. Está en Internet.

Que no comprendamos a Nuestro Dios no quiere decir que no exista, porque si que se puede demostrar con gran facilidad su Santa Inspiración a un ser de carne y hueso como nosotros, pero por naturaleza dotado con una preparación espiritual, cultural, matemática, cronológica, astronómica y mística enorme, que nos dejó en herencia un extraordinario legado que demuestra que Dios nunca nos ha abandonado.

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